Tomar una fruta madura, nunca será pecado

Pues Dios intenta dar premios delicados

Pero tomar de ti solamente un bocado,

Tu que eres fresca, atractiva y deliciosa.

Sería francamente imposible o diosa,

Pues después de darte en el cuello

Suavemente una mordida, probablemente

Seguiría con tu boca y tu mejilla

Y luego tu oreja para decir, se solamente mía,

Para llegar a la gloria, o el paraíso por un día.

 

Si, sin duda yo te mordería totalmente pedazo

A pedacito, si fueras manzana, piña madura

Pero sobre todo un mango, manzana

Que como la de Adán grabó para siempre

En la garganta la delicia de la fruta prohibida,

Piña con el sabor agridulce y particular

Que a ti te gusta, un mango como tu,

De sabor sui generis que encanta a los sentidos

De la vista, del tacto, el gusto y sobre todo

Olfato que llena el cerebro de señales

Que son algo místicas, algo orgásticas,

Mango yo te comería, primero suavemente

Te desvestiría, luego intensamente

Te olería, después antes de comete, todo

Tu cuerpo a besos cubriría y lamería

Después de la acción de gracias al Señor

Hasta el ultimo  cachito comería y tu corazón

Sin me lo dieras, junto al mío guardaría

Para recordarte mi amor toda la vida.

Si, comerme solamente un pedazo

Probablemente sí sería peor ofensa

Que el original pecado. ¡oh!  fruta madura.